Origen de las cajas de ahorro

El origen de la caja de ahorros de España se encuentra en los Montes de Piedad, que eran casas de empeños donde las personas de bajos recursos entregaban sus pertenencias a cambio de dinero (para satisfacer sus necesidades básicas) y que no entregaban interés sobre estos depósitos.
A lo largo de la historia, las cajas de ahorro se dedicaron exclusivamente a fomentar el ahorro mediante la captación de depósitos, a cambio de los cuales pagan una tasa de interés, y también ofrecen préstamos a particulares y pequeñas empresas.
Si bien en un comienzo la actividad de la caja de ahorros en España era regional o local, gracias a la Reforma de Fuentes Quintana de 1977 estas restricciones desaparecieron y las cajas de ahorros pudieron comenzar a brindar servicios similares a los de los bancos.
En la actualidad, la naturaleza jurídica de las cajas de ahorro españolas se encuentra regulada por las comunidades autónomas, gozan de beneficios fiscales, y son los poderes públicos los que eligen sus órganos de gobierno. No obstante, una caja de ahorros es considerada por la legislación de la UE como una empresa, ya sea ésta de ahorro y/o crédito, o de tipo rural.
Un total de 45 cajas de ahorros españolas se encuentran agrupadas en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), fundada en 1928.